En 2018 el emprendedor en serie, inversor y pensador de origen indio Naval Ravikant publicaría en su perfil de Twitter una serie de reflexiones que pretendían condensar su filosofía en unos pocos principios. Aquellos tuits en los que recogía de forma elocuente sus ideas fundamentales para cosechar abundancia y felicidad a largo plazo no pasarían desapercibidos, y para muchos acabarían convirtiéndose en una especie de brújula con la que navegar la incertidumbre hacia la libertad financiera.
Cargado de ideas prácticas, filosóficas y estratégicas sobre cómo generar riqueza de manera sostenible, ‘How to get rich without getting lucky’ es un manifesto conciso aunque profundo en el que marca distancias con la suerte y las circunstancias fortuitas en el camino hacia la generación de riqueza.
Su eco resuena aún con fuerza.
Esta es una traducción libre:
Cómo hacerse rico, sin tener suerte
Busca riqueza, no dinero ni estatus. La riqueza consiste en disponer de activos que generan dinero sin necesidad de que intervengas.
El dinero es la forma cómo transferimos tiempo y riqueza. El estatus es el lugar que ocupas en la jerarquía social.
Entiende que la creación ética de riqueza es posible. Si en el fondo desprecias la riqueza, esta te eludirá. Ignora a aquellos que participan en juegos de estatus. Estas personas ganan estatus atacando a otras que participan en juegos de creación de riqueza.
No vas a hacerte rico vendiendo tu tiempo. Para obtener la libertad financiera debes poseer participaciones -una parte de un negocio. Te harás rico proporcionando a la sociedad aquello que quiere pero que aún no sabe cómo obtener. A escala.
Escoge un sector en el que puedas participar en juegos a largo plazo con personas con las que te puedas entender a largo plazo.
Internet ha ampliado enormemente la posibilidad de desarrollar carreras profesionales. La mayoría todavía no lo ha pillado.
Participa en juegos iterados. En la vida, ya sea en lo que a la riqueza, las relaciones o el conocimiento se refiere, todos los retornos provienen del interés compuesto.
Escoge socios con un nivel alto de inteligencia, energía y, por encima de todo, integridad. No te asocies con cínicos ni con pesimistas. Sus creencias son profecías que acaban por cumplirse.
Aprende a vender. Aprende a construir. Si puedes hacer ambas cosas, serás imparable.
Ármate con conocimiento específico, responsabilidad personal y apalancamiento. El conocimiento específico es ese tipo de conocimiento para el que no puedes ser instruido. Si la sociedad puede formarte a ti, también puede formar a cualquier otro y reemplazarte. Encontrarás conocimiento específico persiguiendo tu curiosidad y pasión genuinas, en lugar de lo que sea que esté de moda. Desarrollar conocimiento específico se sentirá como un juego para ti pero parecerá trabajo a ojos de los demás. Cuando el conocimiento específico se transmite es a través de aprendizajes (estructura maestro-aprendiz), no en una escuela. El conocimiento específico es, por lo general, muy técnico o creativo. No se puede subcontratar ni automatizar.
Asume responsabilidad y riesgos empresariales bajo tu nombre. La sociedad te recompensará con participaciones y apalancamiento. Las personas que más responsabilidad asumen tienen marcas públicas singulares y arriesgadas: Oprah, Trump, Kanye, Elon.
“Dame una palanca lo suficientemente larga y un sitio donde apoyarla y levantaré el mundo” -Arquimedes.
Amasar una fortuna requiere de apalancamiento.
El apalancamiento empresarial procede del capital, la mano de obra y los productos sin coste marginal de replicación (código y medios).
Capital significa dinero. Para recaudar dinero, aplica tu conocimiento específico con responsabilidad, y demuestra buen juicio.
Mano de obra significa gente trabajando para ti. Se trata de la forma de apalancamiento más antigua y más disputada. El apalancamiento de este tipo impresionará a tus padres, pero no desperdicies tu vida persiguiéndolo.
Tanto el capital como la mano de obra son formas de ‘apalancamiento restringido’: requieren de permiso ya alguien debe proporcionártelos.
El código y los medios son formas de ‘apalancamiento no restringido’. No requieren de permiso. Son el tipo de apalancamiento detrás de los nuevos ricos. Puedes crear código y medios que funcionen para ti en tu ausencia.
Existe un auténtico ejército de robots a tu plena disposición. Solo se encuentra confinado en centros de datos por una cuestión de eficiencia energética y de espacio. Úsalo.
Si no sabes programar, escribe blogs i libros, graba vídeos y podcasts.
El apalancamiento es un multiplicador para tu buen criterio. Para tener criterio necesitas experiencia, aunque se puede obtener más deprisa por medio del aprendizaje de habilidades fundamentales.
No existe ninguna habilidad llamada “negocios”. Evita tanto las revistas como las clases de negocios. Estudia microeconomía, teoría de juegos, psicología, persuasión, ética, matemáticas e informática.
Leer es más rápido que escuchar. Hacer es más rápido que observar.
Deberías estar demasiado ocupado para “tomar cafés”, mientras que al mismo tiempo mantienes despejada la agenda. Establece una tarifa aspiracional por hora personal. Si solucionar un problema va a ahorrarte menos dinero que tu tarifa por hora, ignóralo. Si externalizar una tarea va a costar menos que tu tarifa por hora, externalízala.
Trabaja tan duro como puedas, aunque con quién trabajes y en qué trabajes es más importante que cuan duro trabajes.
Conviértete en el mejor del mundo en lo que haces. Sigue redefiniendo lo que haces hasta que esto sea cierto.
No existen trucos ni fórmulas mágicas para hacerse rico de la noche a la mañana, solo algunas personas intentando enriquecerse a tu costa.
Aplica conocimiento específico con apalancamiento y eventualmente obtendrás lo que mereces.
Cuando al fin alcances la riqueza, te darás cuentas de que no era lo que realmente andabas buscando en primer lugar. Pero eso es para otro día.
Puedes encontrar la cadena de tuits original aquí.
Si te has quedado con ganas de más, puedes encontrar destilada la filosofía de Naval en “El Almanaque de Naval Ravikant” (también en español).
El libro recoge una colección de la sabiduría y experiencias de Naval y las presenta como un compendio sistematizado de sus intervenciones más perspicaces y sus reflexiones más pujantes.
Se trata, en definitiva, de un nuevo prisma con el que observar la realidad a través de los ojos de Naval.